Hoy como sociedad tenemos un mayor acceso a la información, ya sea a través
de los medios de comunicación que antes conocíamos como convencionales, periódicos,
revistas, TV, radio y que gracias al internet, las TI, las redes sociales y el
gran aumento en dispositivos móviles inteligentes, podríamos decir que casi
todos tenemos acceso a la información de manera instantánea.
Hoy somos muchas más personas que no tenemos que esperar llegar a casa u
oficina para ver el noticiero o leer el periódico por ejemplo, pues prácticamente
tenemos TODA la información TODO el día disponible en la mano a través de los
dispositivos móviles.
Cierto es que por la brecha socioeconómica, al menos en México, no todos
tenemos los mismos accesos, pero las estadísticas nos muestran que esta situación
se ira acortando en el corto plazo a medida que las tecnologías mejoren, la
cobertura crezca y las tarifas bajen, como sucede casi con todo.
Al final yo creo que esto es una gran área de oportunidad para todos, para
estar mejor comunicados, saber que pasa en el mundo o en alguna región especifica
de nuestro interés y sobre todo para estar, de manera más fácil y económica, en
contacto con las personas que nos interesan y están lejos.
Es también cierto que mucho se ha dicho acerca de los pros y contras de
esta comunicación inmediata, que si vemos a niños, jóvenes y adultos “conviviendo”
a la mesa pero cada quien metido en sus dispositivos hablando con otras
personas que no están presentes.
También en la empresa o en el trabajo, a quien no le ha pasado que está en
una reunión o entrevista o cita de negocios y las personas están constantemente
interrumpiendo la comunicación directa con su interlocutor dándole más
importancia al que no está físicamente presente.
Y lo peor es que muchos lo hacemos, ya sea sin querer o inconscientemente o
incluso interrumpimos el dialogo para contestar porque te escribe “el jefe” y el
asunto es de vida o muerte, que talvez si es un médico, policía, o algo por el
estilo puede ser que sea cierto.
Pero la realidad es que cada día aceptamos esto como algo normal y
cotidiano, ya no es raro que nos digan o digamos “permítame tantito que debo
contestar esto urgente” y que lo aceptemos como tal sin quejarnos porque seamos
honestos, después de esos minutos se rompe el hilo de la conversación y
retomarlo puede ser difícil.
En el ámbito de los negocios en varias empresas y en varios países están implementando
algo así como normas que permitan a los ejecutivos darle la importancia debida
al interlocutor que está sentado frente a ellos, no importando si es un gran e
importante cliente, o un colaborador (no creo que nadie se lo haga a un importante
cliente o a un “gran” jefe en cualquier organización)
Creo que todos podemos poner de nuestra parte, seguir unos simples códigos de
educación o respeto para con quienes nos encontramos físicamente en ese
momento, desde poner nuestro celular en vibrador, tratar de no romper la comunicación
personal para generar una comunicación empática y efectiva con las personas; es
muy desagradable que alguien que esté hablando en una junta o reunión diciendo
algo que la persona considera importante y que los demás estemos viendo constantemente
el teléfono, como diciendo tengo cosas más importantes que hacer.
Y estoy seguro se preguntaran ¿a que viene todo esto? Si ya lo sabemos. Y la
respuesta es sencilla.
Si creamos comunicaciones personales más empáticas y efectivas, seremos más
exitosos en todos los ámbitos, reduciremos el tiempo que dedicamos a esas
reuniones personales dándole la importancia debida y arreglando de manera más rápida
el tema que se nos trata, y estos pequeños detalles nos ayudan a volvernos
personas más eficientes y a administrar mejor nuestro tiempo.
También nos permitirá ser más asertivos en todo lo que hacemos y esto nos
lleva al título de esta entrada: Juzgamos
demasiado rápido.
Porque así como en una entrevista cara a cara o encuentro personal si nos
distraemos con los chats de WhatsApp, o con las redes sociales y vemos que puso
la vecina o la mama de un compañero del colegio, perdemos la oportunidad de
construir relaciones personales más sólidas y de respeto mutuo.
Pero también perdemos la capacidad de discernir y verificar la información que
recibimos en las redes sociales o medios digitales, es decir de concentrarnos
para determinar qué información es importante
y cual no lo es.
Todos hemos sido testigos, al menos en Veracruz, de lo que sucede cuando
difundimos noticias que no son ciertas y que pueden provocar un caos o momentos
de incertidumbre que nos afectan a todos.
Con tantos canales de comunicación, lo cierto es que estamos expuestos (o
más bien con libre acceso) a mucha información, lo cual desde mi punto de vista
no es malo; al contrario es muy bueno ya que todos tenemos derecho a informarnos
y estar enterados de lo que nos importa.
También este libre acceso es muy bueno porque nos permite a todos informar
de cualquier tema que antes era casi imposible. Hoy todos podemos ser fuente de
información valiosa para muchos y en diferentes campos como de seguridad, educativo,
social, deportivo, turístico, o quejas sociales e inclusive denuncias de
probables situaciones anómalas.
Usemos este nuevo empoderamiento que nos dan las nuevas tecnologías de
manera responsable, no juzguemos
demasiado rápido sin conocer la verdad de la información o por lo menos la
información completa.
Hagamos de esto un nuevo valor: RESPETO en el mundo digital, porque para la
mayoría de nosotros esto es nuevo, pero nuestros hijos nacerán o crecerán con
el chip integrado y no podemos inculcarles valores y educación en la vida
cotidiana o en casa o escuela y que en internet sean o puedan ser “otras”
personas.
Que tengan un excelente inicio de semana!
Harry Grappa Guzmán
No hay comentarios:
Publicar un comentario